¿Qué significa ser profesor de ELE?
En realidad, la pregunta podría ser qué significa ser parte integrante de la vida de las personas que por infinitos motivos deciden estudiar, en este caso, una lengua extranjera. Desde este punto de vista el significado se magnifica y requiere de una preparación que va más allá de lo intelectual y académico. Entramos en el terreno personal y es lógico, compartimos el día a día con personas con diferentes gustos, necesidades, cultura, intereses, etc..
Me gusta pensar en que ser un profesor de ELE para nuestros alumnos sería como esos tónicos bifásicos que si los dejas reposar se separa en dos colores por la diferencia de densidad en la composición (fase personal/fase profesional) y, sin embargo, al agitarlos prudentemente, se mezcla y produce el efecto deseado o al menos el esperado según las necesidades de la piel (alumnos).
En nuestra asignatura Habilidades docentes y gestión del aula de ELE
analizamos las competencias clave necesarias que debemos adquirir como
profesores de ELE y ser capaces de aplicarlas en los diferentes contextos de
enseñanza aprendizaje. Entendiendo por competencia según el modelo de
Perrenoud (2001:509)
Competencia
es la aptitud para enfrentar eficazmente una familia
de
situaciones análogas, movilizando a conciencia y de manera a
la vez
rápida, pertinente y creativa, múltiples recursos cognitivos:
saberes,
capacidades, microcompetencias, informaciones,
valores,
actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento.
Me gusta
mucho esta definición por ser completa, equilibrada y llena de características idóneas en un
profesor de lenguas.
Además, contamos como referencia un documento elaborado por el Instituto Cervantes en donde se muestran las "Competencias clave del profesorado de lenguas segundas y extranjeras" (Instituto Cervantes, 2002) Aparecen ocho competencias de las cuales las tres centrales son propias al profesor de lenguas y las periféricas son comunes a otros profesionales. (Instituto Cervantes, 2002)
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/competencias/introduccion.htm
Desde la asignatura se rescatan cuatro de estas competencias que son: organizar situaciones de aprendizaje; implicar a los alumnos en el control de su propio aprendizaje; gestionar sentimientos y emociones en el desempeño de su trabajo y por último servirse de las TIC para el desempeño de su trabajo.
Creo que es muy importante pensar en estas competencias y reflexionar sobre ellas sobre todo pensando en el impacto positivo que pueden causar en nuestros alumnos si somos conscientes de su importancia.
Sin embargo, sigo pensando que esto último es esa fase del tónico que se refiere a la parte profesional que necesita de nuestra fase personal para hacer la mezcla necesaria para completar nuestro perfil de profesor de ELE de manera integral. Hablo de la empatía, la responsabilidad, el compromiso, la ilusión, la vocación, el sentido común, el trabajo compartido con los compañeros; como esta actividad tan interesante y enriquecedora; pensar en nuestros alumnos y sobre todo pensar en nuestra salud mental y espiritual tan importante en esta profesión y en todas aquellas que las relaciones humanas y la convivencia son protagonistas.
Hola Laura, coincido plenamente contigo en que el enseñar tiene que ver con cuestiones afectivas y personales que se establecen en un contexto de enseñanza aprendizaje. El componente emocional no solo favorece el aprendizaje sino que la mayoría de las veces lo determina.
ResponderEliminarMe ha encantado tu metáfora del tónico bifásico, es muy acertada, tomo nota de ella.
Gracias por tu entrada, un saludo,
Laura M. Carrascal Escribano
Me gusta mucho tu reflexión, como comentan los compañero la metáfora del "tónico bifásico" es muy interesante. Coincido contigo también en que la preparación y la profesión de docente debe ir más allá de lo intelectual y lo académico.
EliminarFelicidades por tu entrada, estoy deseando leer tus próximas entradas
Estoy totalmente de acuerdo con cada una de las características que todo profe de ELE debería tener. Es una profesión complicada y que requiere de mucha dedicación y fortaleza mental y espiritual, ya que habrá momentos en los que no solo haya que bregar con los conflictos de clase, sino también con los problemas personales que nos presente la vida... ¡Pero siempre nos quedará la opción de visitar a un psicólogo para reiniciar nuestra mente! :D
ResponderEliminarMuchas gracias a los tres. Me alegro mucho que os guste. La verdad es que este tipo de tareas de reflexión son muy interesantes. Deberíamos hacerlas o mejor escribirlas con más frecuencia.
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